Por: Ángel Maza López
“Ser mejores ahora, es nuestro mayor
reto
para vivir dignamente en el futuro”
Realmente
nuestro desarrollo depende de nosotros y no de los demás, así que no malgastemos
el tiempo en vano acusando a otros de las propias limitaciones personales. Algunos
estamos acostumbrados a justificarnos de las malas acciones que ejecutamos,
señalando una serie de evasivas que las encontramos en otros individuos, queriendo
con ello evadir la propia responsabilidad. Aprendamos a ser sinceros, no
sancionemos a los demás por nuestras derrotas, mejor reconozcamos las falencias
y superemos las debilidades. Nuestro progreso depende de las propias acciones,
y no de aquello que hagan o dejen de hacer otros.
Claro que
necesitamos colaboradores que nos ayuden en ciertas actividades, pero la
principal responsabilidad no se concesiona a nadie. Basta ya de falsas
justificaciones, aceptemos los errores, pero también reconozcamos nuestra
habilidad y fortaleza. Porque sí somos
capaces de ser ganadores.
Si queremos,
podemos. Tan sólo tenemos que desearlo con mucha vehemencia, y así lo
lograremos cumplir. Todo depende de la actitud mental que tengamos, si estamos
pensando positivamente, con entusiasmo y dinamismo, es posible que las cosas
que añoramos se hagan realidad, puesto que nuestro cerebro trabajará
lucidamente para crear ideas precisas que nos permitan salir victoriosos. Y
como tenemos un deseo ferviente, realizaremos personalmente los mejores
esfuerzos para cumplir la meta.
¿Pero qué
sucede cuando nos dejamos atrapar por el desaliento?… Nos llegamos a sentir
incapaces, cansados y todo pensamos negativamente. Entonces antes de iniciar
una jornada, ya nos vemos derrotados, pues desde la planificación nos colocamos
automáticamente un sinnúmero de barreras. Al actuar de esta manera, bloqueamos
nuestro cerebro, y realmente no logramos concentrarnos para pensar y crear
ideas.
Esto no puede
sucedernos a las personas soñadoras, creativas, visionarias y emprendedoras. Somos seres humanos, y por lo tanto seres
inteligentes, no olvidemos esta primicia jamás. Los seres humanos somos los únicos
capaces de pensar y por ende los que estamos dotados de oportunidades para
vencer.
Algunos suelen
decir que los optimistas soñamos demasiado, solamente porque nos proponemos ser
diferentes. Lo que sucede con estas personas es que no reconocen el fabuloso
poder que tienen, debido a que los objetivos propuestos no rebasan las
potencialidades humanas, al contrario, varias de nuestras metas son demasiado
pequeñas para las habilidades que poseemos. Cuando por primera vez un individuo
se propuso volar por los aires con ciertos objetos, le dijeron loco, ahora casi
todos volamos en los aeroplanos, lo mismo aconteció cuando el hombre se propuso
llegar a la luna, miles de pesimistas desataron sus burlas irónicas
considerando inútiles los esfuerzos, claro que tardó un poco, pero hoy la
ciencia ha demostrado que todo es posible con investigación permanente, solo basta
proponérselo, y luego empezar a trabajar con esmero.
Pero nosotros
no nos propongamos conquistar el sol, tracémonos simplemente ser mejores ahora,
para vivir dignamente en el futuro. Los jóvenes sí podemos ser diferentes, sí
podemos cambiar nosotros para luego cambiar el mundo. Aprendamos el arte de la
motivación y elevemos nuestra potencia al máximo, no dejemos pasar estos
preciosos años, vivámoslos bien, con alegría y con formidable pasión.